Soñé que había una vaca muerta arriba de una mesa, e íbamos a comerla. Yo iba a comer la pata, pero en un principio dudé, porque pensé "¿no es la pata de los pollos la que se come?". El hambre fue más fuerte que mi duda, así que comencé a serrucharle la patita, pero me empezó a impresionar. La pena superó el hambre. Terminé desistiendo, y no solo eso: terminé convirtiéndome en vegetariana.
PERO NI EN PEEEEEEEEEEEEEEEEEDOOOOOOO !!
Si algún dios en el que no creo está intentando enseñarme algo, va por mal camino.
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