Alguien me puede explicar por que siempre que viajo los sabados el bondi se llena de madres que llevan a sus bebes, los cuales van todos en una orquesta de llanto que se combina con un insoportable calor que me hace transpirar como testigo falso.
Y que cuando por fin se bajan todos estos engendros y me puedo sentar tranquilo para leer un libro se largue a llover y se filtre agua por la ventana, sobre el libro que por supuesto me prestaron.
1 comentario:
Y creo que hay algo peor en todo esto. Hay gente que sale a pelotudear y se sienta en los asientos de adelante, los que supuestamente son para gente que los necesita. No obstante, cuando las madres (recientes, futuras o viejas) se suben siempre buscan al tipo de nuestra edad sentado en la mitad del bondi.
Creo que mi vida cambió el día en el que Ángel me dio el consejo de sentarme siempre atrás.
Publicar un comentario